28/6/10

Filosofía moderna: el eternizador



Partamos de la base de que captar el presente en una fotografía tiene implicaciones metafísicas y que los antiguos habrían considerado transcendental y casi religioso ese hecho hoy cotidiano. Para nosotros es algo tan habitual que no reparamos en ello pero si Kant levantara la cabeza, la Crítica de la Razón Pura contendría un apartado sobre las categorías ontológicas del PhotoShop. Eso seguro.

Porque para los antiguos pre-fotográficos, la única forma de detener e inmortalizar el presente era la escultura (al no existir la pintura realista, que acaba de surgir, como quién dice) y eso llevaba su tiempo. ¿Qué dirían al ver el presente (que siempre es pasado por definición, aunque no exista, también por definición) reflejado en dos dimensiones y ya para siempre?

Para empezar habría que cambiarle el nombre (sugiero) ya que foto-grafía no dice mucho. Sería mejor “inmortalizador del presente” por ejemplo, que es algo más largo pero mucho más ilustrativo. O “eternizador”.

Hay que irse acostumbrando (espero sentar un precedente) a introducir en los textos citas de los filósofos modernos, entre los que sin duda se encuentran los redactores de los manuales de utilización de cámaras fotográficas, esos incomprendidos.

Un ejemplo: “Para hacer fotografías más brillantes o más oscuras se puede compensar la exposición”. ¿Quién puede quedarse impasible ante algo semejante? “Compensar la exposición”, ahí es nada. Significa modificar nuestra captación de la realidad y eso, en Teoría del Conocimiento (Epistemología para los pedantes) es algo muy gordo. Tan gordo que las mentes más lúcidas de la Edad Moderna se pasaron muchas horas peleándose por los matices del asunto.

¿Es cognoscible la realidad?, se preguntaban. ¿Vemos la realidad tal como es? ¿Podemos tener alguna certeza objetiva sobre lo que nos cuentan nuestros sentidos o está filtrado de alguna forma? Descartes decía que no. Kant que según cuándo y cómo. ¿Qué habrían pensado si hubieran dispuesto de una Nikon D3000 digital con estabilizador automático de imagen?

Y sobre los filtros a la captación de la realidad en sí misma, ¿qué dirían al ver el catalogo de filtros de Cannon, con sus polarizadores, sus degradados de gris, etc..? Seguro que escribían un tocho de mil páginas sobre el tema.

Frase corta: “Pulse el disparador hasta la mitad para enfocar y, a continuación, púlselo hasta el fondo para iniciar el disparador automático” (Anónimo, el pobrecillo)

22/6/10

Los que tiemblan




Hay un grupo muy numeroso de personas que tienen prohibido mover piedras los sábados, comer uvas frescas, tatuarse, afeitarse los lados de la cabeza, comer carne de animales heridos mortalmente o caminar más allá de los confines de su ciudad.

Tampoco pueden comer el nervio ciático de la cadera ni inclinarse ante piedras pulidas. No pueden leer la prensa, conectarse a Internet, ver la televisión o vestirse de colores.

Tienen terror a las mujeres, a la ciencia, a la teoría de la evolución, al Ministerio de Educación, a perder el tiempo, a la abogacía, la medicina, la ingeniería o la fontanería.

Deben entrar en aflicción y gritar ante Dios en tiempos de catástrofes.

No pueden casarse con viudas pero los violadores deben hacerlo con las violadas (si ellas quieren) aunque no pueden poner aceite (ni incienso) en las ofrendas de ella.

Tienen prohibido dejar entrar en su pueblo por medio del matrimonio a los varones morabitas, amonitas o eunucos aunque sí a los egipcios y edemitas de la tercera generación.

Viven aterrorizados ante la idea de violar cualquiera de los 613 mitzvot (mandatos).

Se casan muy jóvenes mediante bodas pactadas debiendo tener un mínimo de cinco hijos aunque la media es de siete. Los maridos no trabajan y se dedican enteramente al estudio por lo que el sustento familiar lo obtienen las mujeres. Estas no pueden trabajar en lugares mixtos y están muy frecuentemente embarazadas lo que origina un elevado índice de pobreza y hambre.

Rechazan la política, el servicio militar y los impuestos.

Han declarado guerras contra las autopistas, las marquesinas, los samaritanos (sus enemigos mortales) y contra una conocida modelo publicitaria.

Son los Jaredies ("los que tiemblan") cuyas mujeres viajan en la parte trasera del autobús, proclaman la supremacía del Antiguo Testamento (la Torá) sobre la ley civil, suponen casi el 20% de la población de Israel, sus escuelas religiosas (financiadas por el Estado) acogen el 30% del alumnado y dentro de 30 años supondrán el 80%.

No sé por qué me resultan clavaditos a otros grupos o países que viven muy cerca y está a punto de tener (también) armas nucleares. Qué Yahvé nos pille confesados si continúan multiplicándose.



En la guerra desatada entre los que tiemblan y la modelo, todavía no tengo muy claro de qué lado estoy. Tengo que pensarlo.

Para consultar el periódico de este grupo pinchar aquí:
http://www.hamodia.co.uk/index.php

Y la lista con los 613 mitzvot está aquí:
http://www.mscperu.org/biblia/TradicionJudia/613mandatos.htm
vale la pena leerlos

19/6/10

Todos artistas



Desde que los teóricos de la estética y los psicólogos descubrieron las claves de la creación artística analizando sus recovecos más profundos y divulgando las fases del proceso, el arte dejó de ser cosa de algunos elegidos por inciertos dioses y se democratizó completamente. El resultado fue una catástrofe económica para las empresas del sector unida a un incremento inimaginable de la felicidad global. El valor terapéutico de expresarse hizo el resto.

Ser artista dejó de tener significado cuando todo el mundo se convirtió en artista. Nadie lo ponía en su presentación porque sonaba tan ridículo como enorgullecerse de saber manejar ordenadores, entender inglés o cocinar. Se daba por supuesto.

Todos aceptaron que tenían en su interior un valor único y se dispusieron a mostrarlo. Era casi obligatorio exponer y enseñar. Proliferaron los pintores, músicos, escritores y escultores como setas tras una tormenta. Todo hombre es especial, se decía, y, con un poco de imaginación unido a cierta practica sus obras eran valiosas.

El número de escritores era casi igual al de personas censadas. Incluso los analfabetos alquilaban los servicios de negros para relatar sus memorias sabiendo que eran tan únicas como ellos. Las autobiografías abundaban en la red de tal forma que, en lugar de por sus títulos, los libros se identificaban por la fecha de nacimiento del autor, su lugar de residencia y el correo electrónico.

No tener blog personal equivalía al ostracismo social más cruel. Como todos eran artistas nadie compraba arte por lo que las galerías dejaron de existir. Se puso de moda exponer en las puertas de cada casa una muestra de las obras de sus moradores ya que era imposible que los lugares públicos albergaran la producción de todos. La gente daba paseos por las escaleras de los edificios contemplando las obras de los vecinos.

Como todos los habitantes mayores de cuatro años eran también fotógrafos y cineastas ya que los precios de las cámaras descendieron enormemente, cualquier acontecimiento era inmortalizado para la posteridad por miles de personas.

Los músicos ponían en sus puertas una pantalla plana y unos auriculares para que quien lo deseara pudiera escuchar sus composiciones. Era inconcebible que alguien no perteneciera a un grupo musical, un coro o una orquesta. Expresar la visión personal de las cosas, por cualquier medio, se hizo tan habitual como irse de vacaciones.

En junio de 2010 fueron casi 1500 los participantes en el maratón fotográfico de Madrid. Unos años después la cifra se había multiplicado por varios dígitos hasta que, al poco tiempo, abarcaba la casi totalidad de los habitantes. Ir sin cámara por la calle era muy sospechoso a los ojos de la policía.

La consecuencia de esta desinhibición global para psicólogos y salas de exposiciones fuero tan catastróficas que el sector puso el cartel de cierre. La obras de los grandes artistas dejaron de valorarse porque no estaba definido lo que significaba ser gran artista.

El arte había conseguido por fin sus últimos objetivos: desaparecer por ser tan abundante como el aire y pasar desapercibido al formar parte de la realidad cotidiana. De hecho se desdibujó completamente el concepto de realidad.

3/6/10

El imán



Un señor tiene asustada a una parte de la ciudad de Cartagena porque, a la menor ocasión, la emprende a porrazos e insultos contra algunos ciudadanos.

El individuo, que se hace llamar Yazid Koudri (alias “el iman”), ha decidido que, en “su barrio” no quiere actos contrarios a su moral.

Lo que nos faltaba. Ahora que la Conferencia Episcopal está calladita porque es tiempo de poner la cruz en la declaración de la renta, nos encontramos con una lucha de morales en nuestros barrios.

El imán dice que el comercio con una parte del cuerpo está muy mal y, en esto, coincide con los otros iluminados de sotana, pero, ¿qué pasará cuando empiece a pronunciarse también sobre el estómago?

Si no se toman medidas y el energúmeno sale impune, mañana podría decidir que comer carne de cerdo “en su ciudad” va contra los principios verdaderos, pero la Conferencia Episcopal, es de suponer, defenderá esta costumbre, y ya la tendremos liada.

En esto del cerdo tal vez podrían ponerse de acuerdo (mediante una reunión de capos repartiéndose los barrios a ordeñar) pero sería una solución provisional. ¿Qué pasaría con el vestido?

Imagino una reunión con los representantes municipales obligando a prohibir, mediante bandos, en unos barrios el ir con la cara descubierta, en otros con minifalda, en un tercero con el burka, en otros sin él....y así hasta el infinito. Sería un follón.

Creo que lo mejor es, para que no nos llamen xenófobos y racistas, dejar que todas las religiones puedan legislar en aquellos asuntos que consideren oportunos (es decir, en todos) y dar entrada también a los judíos ortodoxos, los budistas, los jansenistas, taoistas, etc....Incluso a aquellos que tienen prohibido pisar hormigas o respirar mosquitos, que son muy graciosos.

Como es evidente que el iluminado ganará, recomiendo a las españolas que encarguen ya su velo integral, antes de que se terminen. Y que las niñas se den prisa en crecer porque su clítoris corren tanto peligro como la integridad de los adolescentes en los colegios de los Legionarios de Cristo, del casi-santo Obispo Marcél (alias "el monseñor"). El que avisa no es traidor.

2/6/10

Cuadros y redondrados



La realidad es tridimensional. Pero los cuadros y las fotografías son aplastamientos de la realidad a dos dimensiones, como cuando se le da un zapatillazo a un mosquito sobre la pared y queda inmortalizado (más bien mortalizado) en forma de grabado.

¿De dónde surge la curiosa costumbre de poner cuadros en las paredes de las casas?
Supongo que alguien, por pereza, quiso traerse a su cueva paleolítica un trozo del mural religioso ante el que se celebraba algún rito propiciatorio de caza.

De acuerdo que un cuadro es como una nueva ventana que se pone en el pasillo para ampliarlo imaginariamente. Esto daría cuenta del paisaje enmarcado pero...¿y los bodegones? ¿Por qué se le ocurrió a alguien plantar en el salón de su casa una representación tramposa (por inexacta y en 2D) de peras y manzanas? ¿Para qué?

El pintor realista equivaldría a las fotocopiadoras o cámaras fotográficas cuando estas no existían. Como los retratos eran grandes, habría que colgarlos en algún sitio ya que no imagino un álbum de cuadros manejable. Lo que no entiendo es por qué siguen existiendo en las casas una vez inventados los portarretratos.

Los impresionistas (“no reflejo lo que veo sino lo que siento al ver”) cambiaron completamente la finalidad de la pintura aunque siguen sin aclarar por qué se colgaban sus obras en las paredes.

Probablemente empezarían los ricos de la época (los nobles) en sus palacios y castillos para ser imitados dócilmente luego por los burgueses. Las cosas han cambiado poco. Viendo revistas de decoración actuales se aprecia el estilo distinto de lo colgado pero siguiendo la misma costumbre.

Imagino que, en el futuro, los cuadros serán sustituidos por pantallas enormes y su contenido cambiará según la estación del año, el capricho del morador o el cansancio.

Es asombrosa la capacidad que han tenido las clases acomodadas para imponer sus gustos a toda la sociedad. De la misma forma que los pequeño burgueses imitan a los medio burgueses y estos a los nobles, que a su vez imitan a la realeza, los habitantes de los barrios obreros compran en IKEA reproducciones en barato de lo que ven en las casas de los famosos.

Es hora de rebelarse y decirlo claramente:. los cuadros son una imposición subliminal de estéticas trasnochadas provenientes de nobles sifilíticos de la Edad Media. Los ricos son unos horteras sin imaginación. Los Thysen confunden valor con precio.

¿Por qué tienen que ser cuadrados los cuadros cuando muy bien podrían ser redondos o poligonales? Si fueran redondos (u ovalados) deberían llamarse redondrados (u ovaldrados).

Demuestra que eres estéticamente libre y pon un redondrado en tu pasillo. Yo lo voy a hacer esta misma tarde y luego me voy a ver el mar, si no pillo mucho atasco, tan ricamente.